Hay personas que se cruzan en nuestra vida y dejan una huella profunda, no por lo que hacen en público, sino por lo que comparten en privado: su trato, su memoria, su generosidad. Don Porfirio León Amador fue uno de esos hombres inolvidables. Nuestra relación se tejió a lo largo de casi veinte años, marcada por encuentros, conversaciones y una amistad que nació en un lugar muy especial.

Lo conocí gracias a otro gran personaje de Baja California, don Luis Mario Lamadrid Moreno, quien me invitó a uno de esos memorables “jueves en el Tule”, en el rancho del mismo nombre, propiedad de don Heriberto Aguilar y su esposa Ofelia. Aquella tarde fue el inicio de una relación extraordinaria. Desde el primer momento, me impresionó el trato afable y agradable de don Porfirio. Tenía una manera de hablar que envolvía, que enseñaba sin imponer, que conectaba desde la experiencia.

Su memoria era prodigiosa. Recordaba con detalle historias familiares, anécdotas del desarrollo de La Grulla —la comunidad que más amo— y momentos que parecían sacados de un archivo vivo. Escucharlo era como abrir un libro que aún no ha sido escrito, lleno de voces, paisajes y personajes que merecen ser recordados.

Aprendí mucho de él. No solo por lo que decía, sino por cómo lo decía: con respeto, con cariño, con esa calidez humana que no se aprende en libros. Su experiencia era vasta, pero nunca presumida. Compartía desde el deseo de preservar, de transmitir, de hacer comunidad.

Hoy, mientras preparo esta página, le he pedido a su hijo, mi buen amigo Raymundo Kevedo León, que me ayude con los datos biográficos. Porque esta entrada no será solo mía: será también de quienes lo conocieron, lo admiraron, y lo recuerdan como yo.

Estoy preparando la entrega final de mis recuerdos. Gracias por su paciencia.


TESTIMONIO de Micke Plascencia Gerardo

Recuerdo ese día como si fuera ayer, al igual que esa fotografía. estuvimos varias personas en ese recorrido por la Grulla, pero quiénes me acompañaron en esa ocasión fueron los primos Jaime Kendall Mckalleir, Tom Mckalleir. Nietos de Ramona Mckalleir Meléndrez o Ceseña. No recuerdo muy bien cuál de los dos apellidos era, pero lo que es cierto que tenían parentesco con Antonio María Melendrez y con Porfirio León Amador (+) como con mi vecino y buen amigo Lino Leon Amador(+). Hoy mi estimado Jaime Kendall, está en una casa de retiro en los EEUU, con sus 90 años y Tom vive en Escocia donde su bisabuelo les dejo algunos terrenos eso lo supe por las platicas que tuvimos varias veces, lo que se es que su bisabuelo tuvo caballerizas aquí en Ensenada , no recuerdo el apellido de su bisabuelo pero bueno ellos son parte de esa historia de la Grulla.

PD. En esa fotografía voy atrás de Porfirio y mi apreciado Jaime Kendall va detrás de usted Rafael Gonzalez Y Bartrina

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